domingo, 5 de septiembre de 2010

Cruel

Antes que escuchar tu llanto,
Prefiero que se caigan mil estrellas;
Que la vida se termine ahora.
Prefiero clavarme las espinas mil rosas.
Prefiero que no canten las poesías;
Que el agua se congele,
y que la sed no tenga remedio.
Prefiero que las aves se queden sin voz, sin alas.
Antes que escuchar tu llanto,
Prefiero quedarme sin tinta,
Sin alma. Sin ideas.
Prefiero que el sol desaparezca;
Que las mañanas sean oscuras;
Que los árboles queden secos,
Y hasta que no existan primaveras.
Prefiero que se rompan los cristales de este mundo;
Que no queden sutilezas,
Que se acaben los mediodías sin la hora de la siesta.

¿Dónde hay un alma más pura?
¿Dónde encuentro un corazón tan golpeado y tan dulce?
¿Dónde escucho un llanto más cruel?
¿Quién entregará tanto?
Dime, dime.
Dime y retiro lo dicho.
¿Cómo puedo calmar el dolor
de ver tu lágrima caer?
Dime, dime.
Haré lo que sea.
No puedo verte caer.
Dime, es insoportable.
No puedo escucharte así.